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EL RATONCITO PÉREZ Y OTRAS TRADICIONES
20 julio, 2018
Un niño suele tener unos 20 dientes de leche y comienza a perderlos a la edad de 5 o 7 años. La caída del primer diente puede causar intranquilidad en un niño porque es una pérdida física; así como muchos niños tienen problemas para abandonar los pañales, la pérdida de un diente refleja ese miedo a perder una parte de su cuerpo.
Desde hace muchos años, existen en el mundo tradiciones para tranquilizar a los niños cuando se les cae su primer diente, y la estrella indiscutible de los dientes de leche en los países hispanohablantes es un ratón llamado Pérez.
Cuando se les cae un diente, los pequeños lo guardan debajo de la almohada; a la mañana siguiente, el diente ha desaparecido y en su lugar hay una moneda o un regalito. ¿Quién hizo el trueque? ¡El ratón Pérez!
La tradición del ratoncito Pérez ha llegado a países no hispanohablantes como Francia (La petite souris, Bélgica, Italia (Topolino y regiones de Escocia. En España, el ratón del cuento es conocido como el ratoncito Pérez, pero en algunas regiones de México, Perú y Chile se conoce como el “ratón de los dientes” o el ratón Pérez (México, Argentina, Venezuela, Uruguay y Colombia). En China y en Japón, si el diente que cae es del maxilar superior, se entierra; si es del inferior, se lanza al aire con el propósito de que los siguientes dientes crezcan sanos y fuertes. En el Reino de Bután, entre India y China, los niños lanzan el diente al tejado de la casa para ofrecérselo a la diosa de la luna, a cambio de buena fortuna. Para los niños egipcios, la caída del diente tiene una connotación religiosa similar: el diente se envuelve en un trocito de tela y se lanza al aire con fuerza a la vez que cantan a Ra, el dios del Sol. Los niños de tribus nómadas árabes también envuelven su diente, pero lo hacen en grasa de oveja y se lo dan a su perro, diciendo: “Llévate este dientito y tráeme uno más fuerte”. Aunque lanzar el diente al aire es una práctica muy popular en los países asiáticos, también lo es en Brasil, en las áreas más rurales de Belice y Honduras, y en Grecia. En Brasil se cree que si el diente aterriza en el tejado, se transformará en oro. En Nigeria existe una tradición completamente diferente: los niños trazan siete círculos en el suelo y bailan. Si bailan bien en cada uno de ellos, el diente saldrá derecho; sino, saldrá torcido.