¿Por qué se recomienda el uso de enjuague para completar la higiene bucal?

Comida, bebida, bolígrafos, lápices, llaves, pinzas de pelo, cepillo de dientes, gafas… La lista de cosas que pasan por tu boca a diario es interminable. Y cada una de ellas puede llevar bacterias, incluyendo cosas saludables como la fruta.

Tu saliva descompone los carbohidratos en azúcares que alimentan a los gérmenes de tu boca, que comienzan a multiplicarse una y otra vez. Los gérmenes, son la principal causa de los problemas de la boca: mal aliento, caries, gingivitis e incluso sensibilidad dental.

También se acumulan en una capa espesa llamada placa dental que si no se elimina se puede calcificar dando lugar al sarro. El sarro es más poroso que el esmalte dental por lo que se tiñe fácilmente por el café, el vino, el tabaco, causando manchas en los dientes.

Los gérmenes llegan a cualquier sitio: la lengua, las encías y hasta el paladar. Pueden convertirse en placa. Los dientes representan sólo aproximadamente un 25% de la cavidad bucal, por lo que no importa lo bien que te cepilles. Cepillarse no es suficiente para acabar con todos los gérmenes de la boca.

La combinación del cepillado, el uso del hilo dental y el uso de enjuague bucal dos veces al día reducen la placa dentobacteriana más que solamente el cepillado.

La formación de la placa empieza inmediatamente tras el cepillado. El enjuague bucal tiene amplios efectos antibacterianos contra una variedad de especies de gérmenes, eliminándolos mediante la rotura de las paredes de sus células e inhibiendo su capacidad para multiplicarse.

¡No olvides acudir a tu dentista por lo menos 2 veces al año para mantener en óptimas condiciones el estado de salud de tu boca!