La prevención de la caries es la razón por la que, en muchas ocasiones, se recomienda realizar este tratamiento dental en los molares de los niños. El sellado de fisuras es un procedimiento preventivo que se hace en los primeros y segundos molares definitivos. Consiste en aplicar una resina que recubra las fisuras del esmalte del diente evitando así que se acumulen restos de comidas en estas zonas de recovecos.

Antes de comenzar con el sellado de fisuras es muy importante realizar una meticulosa limpieza del molar donde se va a realizar el sellado y será más duradero el sellado si lo realizamos al poco tiempo de que erupcionen estos molares.

La principal función de los molares es moler y triturar la comida para facilitar la posterior digestión. Son los dientes que más tiempo están en contacto con los alimentos, de ahí el riesgo de sufrir más caries en estos dientes que en otras piezas dentales de la boca.

El objetivo del sellado de fisuras es evitar que se produzcan descalcificaciones y posteriores caries.

Sin embargo, tampoco se trata de la solución definitiva. En las revisiones semestrales o anuales de los niños se deben revisar que estos sellados estén íntegros y no exista ningún poro. Si existiera, podrían pasar micro restos de comida y al alojarse ahí, desgastar poco a poco el esmalte hasta producir una caries.

De cualquier manera, hasta el momento es el mejor método preventivo para evitar la aparición de caries. Este procedimiento, como siempre, debe complementarse con una adecuada higiene dental, aplicación de flúor y una dieta sana y variada con pocos azúcares.

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