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EL USO DE ORO EN LOS DIENTES.
5 julio, 2018
El oro fue uno de los primeros metales utilizados para empastar caries o reponer los dientes caídos. Además del prestigio que estos otorgaban en algunas culturas. Debido a su alta consideración como metal precioso, la verdad es que el oro ofrecía en aquel entonces ciertas ventajas para dentista y paciente:
Se trata de un metal maleable, que se puede adaptar a cualquier forma, no produce alergias, no se oxida, tiene estabilidad térmica, es decir, no se dilata ni se contrae ante cambios bruscos de temperatura con lo que siempre quedaría adaptado al diente.
Por esto y por lo fácil que resultaba de utilizar el oro se usó durante muchos años en odontología.
Sin embargo, con el tiempo, el cambio cultural, el cambio de moda y las innovaciones en odontología, el oro ha ido quedando relegado a un segundo plano cayendo en desuso en las clínicas dentales.
Además del descubrimiento de nuevos materiales lo cual es indiscutible, algunas de sus desventajas han provocado que los dentistas dejen de utilizarlo:
- Es caro.
- Estéticamente ha dejado de considerarse como una muestra de prestigio o elegancia.
- Requiere mucho más tiempo de trabajo por parte del dentista, lo que aumenta el coste y el tiempo invertidos por el paciente.
- Resulta más complejo y dificulta el trabajo del odontólogo.
A pesar de estas razones, todavía a día de hoy nos encontramos de vez en cuando con dientes de este tipo.