Categorías
- Información (64)
- Prevención (77)
- Procedimientos (7)
- Sin categoría (4)
Archivos
- marzo 2019
- febrero 2019
- enero 2019
- diciembre 2018
- noviembre 2018
- octubre 2018
- septiembre 2018
- agosto 2018
- julio 2018
- junio 2018
- mayo 2018
- abril 2018
- marzo 2018
- febrero 2018
- enero 2018
- diciembre 2017
- noviembre 2017
- octubre 2017
- septiembre 2017
- agosto 2017
- julio 2017
- junio 2017
- mayo 2017
- abril 2017
- marzo 2017
- febrero 2017
- enero 2017
- diciembre 2016
- noviembre 2016
- octubre 2016
- septiembre 2016
- agosto 2016
- julio 2016
- junio 2016
- mayo 2016
- abril 2016
- marzo 2016
- febrero 2016
- enero 2016
- diciembre 2015
- noviembre 2015
- octubre 2015
- septiembre 2015
- agosto 2015
- julio 2015
- junio 2015
- mayo 2015
- abril 2015
- marzo 2015
- febrero 2015
- enero 2015
Blog
¿Qué Hacer si tengo un diente lastimado?
12 octubre, 2015
Al igual que con cualquier traumatismo bucal, debes consultar a su dentista de inmediato para determinar si es necesario realizar un tratamiento. Tu dentista examinará el área afectada y, probablemente, tome algunas radiografías.
De ser posible, guarda la parte del diente que se ha roto y llévesela al dentista. Si perdiste un diente por un golpe o accidente, lleva el diente a tu dentista lo antes posible. Probablemente, el diente se pueda volver a colocar en la boca mediante un procedimiento llamado reimplantación.
Dientes astillados: si no sientes dolor y la astilla es pequeña, deberás decidir si quieres reparar ese diente, cómo y cuándo. Según el tamaño de la astilla, el dentista lo alisará o corregirá cosméticamente. Otras opciones incluyen revestimientos, coronas y restauraciones. Si una restauración o un diente artificial se astilla, hay que reemplazarlo.
Dientes rotos o quebrados: los dientes rotos y quebrados deben ser reparados lo antes posible para evitar daños mayores. En ocasiones será necesario realizar un tratamiento de conducto radicular o la extracción del diente. Si la fractura afecta al esmalte y a la dentina del diente, el mejor tratamiento suele ser una corona. Ten en cuenta que las fracturas no siempre son visibles, aún en las radiografías. Los síntomas suelen ser: dolor al masticar y sensibilidad a los alimentos y líquidos fríos o quizás calientes, así como al aire. Con el trascurso del tiempo, esos síntomas pueden acentuarse.
Dientes perdidos por golpes o accidentes: la clave para volver a insertar satisfactoriamente un diente es reimplantarlo en el alvéolo lo antes posible. Con cada minuto que pasa, mueren más células en la raíz del diente. De ser posible, no toques el diente y acude al dentista lo más rápidamente posible. Recoje el diente por la corona únicamente y no dejes que se seque colocándolo en agua o leche. La reimplantación dentro de los primeros 30 minutos ofrece las mayores probabilidades de éxito, que siguen siendo importantes hasta dos horas después. Quizá sea necesario hacer un tratamiento de conducto radicular una a dos semanas después de que el diente se haya estabilizado.
Los dientes perdidos, independientemente de sí han sido extraídos por un dentista o perdidos por accidente, deben ser reemplazados. De esta manera, evitarás los siguientes problemas: dificultades en la masticación y el habla, cambio de posición de los dientes restantes, trastornos de la articulación temporomandibular (ATM) provocados por la intensa masticación del lado con más dientes y la consecuente debilitación del hueso mandibular. Las opciones para reemplazar los dientes perdidos son: puentes, prótesis dentales e implantes.
Mandíbula fracturada: si sospechas que alguien tiene la mandíbula fracturada, no lo muevas. Asegura la mandíbula en su lugar con un pañuelo, una corbata o una toalla atada alrededor de la misma y sobre la cabeza. Utiliza compresas frías para reducir la hinchazón, si se presenta. Dirígete inmediatamente a la sala de emergencias de un hospital o llama a tu dentista